Me quedé enganchada a lascredes, pegada a ellas, sin escapatoria, sólo era cuestión de tiempo. Sabía perfectamente lo que me pasaría, sabía de sobras cuanto tiempome quedaba, conocía des de hacía tiempo lo que me estaba ocurriendo y había algo qu eme decía que esta vez no solo me quedaría inconsciente durante unos instantes, esta vez, solo podía cerrar los ojos para no volverlos a abrir.
Notaba que mis pulmones pedían a gritos que abriera los conductos para dejar ir un poco el aire y coger de nuevo, pero me negaba, sabía que si lo dejaba ir no podría volver a obtener-lo. Los ojos me lloraban suplicando que los cerrara un instante, pero sabía que no debía. Mi cuerpo empezaba a quedarse sin vida, empezaba a no notar nada de mi cuerpo, las manos estaban frías, en el suelo, pálidas y rojas, pero no las notaba, no notaba nada, ni el dolor, no tenía sentimiento i el corazón, al igual que las manos, estaba frío.
Hacía rato que había dejado de respirar con rapidez, el corazón había pasado de latir con fuerza como quisiera salir de dento, a estar calmado, sin energía. Mi mente empezaba a no funcionar, le faltaba oxigeno, oxigeno que me negaba a obtener.
Ya quedaba menos, ya no faltaba más de un minuto. Ya no veía nada, el aire salía poco a poco por la boca medio abierta y los ojos, entre claridad y distorsiones de la realidad vió una sombra.
"Llevame contigo"
Este fue el último acto de la niña. Con las palabras liberó el aire de los pulmones y por el esfuerzo cerró los ojos para no volverlos a abrir, como ella muy bien sabía. Al paso del tiempo la gente que tantoo la había querido la empezó a olvidar, los recuerdos se borrarón y ya sólo quedaban pequeñas partes de ella en personas que con el tiempo también olvidarón que una vez vivió esa niña.